Los pómulos constituyen una importante estructura facial tanto por su disposición como por su volumen.

Dentro de las técnicas de rejuvenecimiento facial, siempre se tienen en cuenta los pómulos y se realizan diferentes actuaciones. La pérdida de volumen o proyección de los pómulos da un aspecto “triste” a la cara y supone una pérdida de soporte para la región palpebral.

Antes de pensar en la introducción de materiales extraños hay que pensar en la “recolocación” de los tejidos que ya disponemos. Para ello, el Dr. Pérez-Escariz ofrece las siguientes técnicas:

  • Hilos “Contour Thread®: anclaje mediante hilos espiculados. Con anestesia local se “cuelga y fija” el pómulo en la posición favorable.
  • Plicatura: Tiempo quirúrgico que pertenece al lifting facial. Cuando disecamos la capa SMAS realizamos una reposición del pómulo para rejuvenecerlo.
  • Blefaroplastia: otra vía de abordaje para este problema es la de la cirugía de los párpados inferiores. Así se consigue acceder al pómulo y se ancla en el reborde lateral de la órbita.

AUMENTO

Mediante rellenos: se utilizan los materiales ya mencionados anteriormente.

Prótesis de mentón: Existen diferentes modelos y técnicas. La que con más frecuencia utilizamos es de silicona, preformada y que luego tallamos a medida para cada una.

Se recomienda la anestesia local con sedación. Como precauciones postoperatorias hay que evitar traumatismos en la zona, no comprimirlas y ser cuidadosa al apoyarse en la almohada.

REDUCCIÓN

Rara vez es preciso la utilización de esta técnica. Consiste en la realización de osteotomías (cortes en el hueso) para disminuir la proyección del pómulo.

De forma alternativa, podemos rellenar los “valles” que lo rodean para disimular o camuflar la prominencia, lo que supone un procedimiento mucho menor.