El aumento excesivo de las glándulas mamarias en hombres e incluso en niños, provoca inseguridades y hasta trastornos psíquicos. Este aumento o desarrollo excesivo de las mamas se llama Ginecomastia, no encaja para nada con el canon de belleza masculino.

¿EN QUÉ CONSISTE LA CIRUGÍA?

Esta patología es operable y la cirugía no es muy compleja. Se realiza una incisión en la zona inferior de la areola y se retira la gandula mamaria. En algunos casos, también se retira el exceso de grasa acumulada mediante liposucción, para armonizar toda la zona del pectoral. La intervención suele durar de 1 a 2 horas, habitualmente se realiza con anestesia local y sedación. Tras la cirugía, se conseguirá un torso más masculino y el resultado será definitivo y eficaz.

Después de la cirugía

Tras la operación, es habitual que el paciente sienta molestias que irán disminuyendo con los analgésicos recetados por el cirujano.

Para adaptar la piel a la nueva forma, es necesario utilizar una camiseta de presoterapia los 30 días posteriores a la intervención.

Es normal que la zona tratada se encuentre inflamada las primeras semanas, pero poco a poco irán apareciendo los resultados. Pasados los tres primeros meses se verá la forma definitiva del pectoral. Para una pronta recuperación es aconsejable seguir las indicaciones del doctor.

Por lo general, la ginecomastia no es grave, pero suele ser difícil sobrellevar la afección. Los hombres y los niños que la padecen, a veces, sienten dolor en sus pechos y pueden sentir vergüenza.

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