El volumen grande de las mamas puede diferentes problemas, como el dolor de espalda, que limita sus actividades diarias o que se vea reducida la confianza en sí mismo de los pacientes. Pueden padecerlo tanto hombres como mujeres. 

La cirugía de reducción mamaria puede reducir el pecho a un tamaño más cómodo y, en algunos casos, mejorar su autoestima. En este post te contamos cuáles son los beneficios que se pueden esperar al someterse a una reducción mamaria.

¿En qué consiste la cirugía de reducción mamaria?

Consiste en reducir el exceso de la mama (glándula, grasa y piel) y en remodelar la nueva forma de estas. Habitualmente y debido al peso, el pecho cae en exceso (ptosis) y en esta intervención  se recoloca a su posición. Además se reduce el tamaño de las areolas. Conseguimos simetrizar, firmeza y dando un aspecto más juvenil en conjunto.   

¿Cuáles son los beneficios de esta cirugía?

Someterse a una cirugía de reducción de mamaria,  además de mejorar la estética, puede conllevar una serie de beneficios para la salud física y mental del paciente. 

  • Mejora el aspecto. La cirugía de reducción mamaria además de reducir el tamaño para que sean más proporcionados con la apariencia general del paciente, mejora la simetría, se reduce el complejo Areola-Pezón (CAP), y reduce su flacidez aportándoles firmeza.
  • Disminuye el dolor y las molestias. Muchas mujeres con pechos grandes experimentan regularmente dolores de espalda, hombros y cuello. También es posible que les resulte más difícil hacer ejercicio, practicar deportes y encontrar ropa cómoda y a su gusto.

Tras esta operación quirúrgica, el dolor se ve claramente reducido, al eliminar el peso, y ya no tendrán ninguna molestia al realizar la rutina habitual. Tendrán más libertad para hacer deporte y les resultará más fácil encontrar ropa de su talla, estilo y gusto.

  • Mayor confianza en sí mismo. Los pacientes que se someten a una cirugía de reducción de mamas, refuerzan su confianza, por lo que les ayuda a superar ciertos complejos físicos en caso de padecerlos. Otros simplemente para encontrarse mejor, aunque no les produjera mal estar. En cualquier caso, es importante valorar este estado de los pacientes en las consultas previas a la intervención y conocer las expectativas que depositan en ella. Un paciente bien informado siempre es un aliado.  

 

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